El portero de la Real Audiencia de Santafé, sujeto imaginario pero muy amigo de la verdad, nos cuenta lo que pasó con el Dr. Don Francisco de Sande, Presidente del Reino, precursor de nuestros modernos gobernantes: desalmado, desleal, deshonesto, desvergonzado y, en suma, sumamente desagradable.

Paco Pedrales de la Cueva, troglodita de la caverna de Altamira, nos cuenta cómo fue que los magníficos toros ibéricos se metieron en el alma del pueblo español. Aunque Paco reniega de los sicoanalistas, hay que reconocer que su explicación es altamente sicoanalítica.

Un niño de doce años de edad, sobrino del Precursor don Antonio Nariño, cuenta aquí (por invención caprichosa de don Carlos Vidales) lo que pasó cuando los cachacos decidieron romper el florero de Llorente.